La vida del AIKI es sin limite. Yo soy y siempre seré un practicante. Ya sea en las artes marciales o en las bellas artes, penetrar al corazón de la vía no es cosa fácil. Es indispensable en el AIKIDO, captar todas las leyes naturales del Universo; por ejemplo conocer y utilizar la rotación de la tierra; hay que comprender todas las estructuras. Ese es, el trabajo de toda una vida. En Aikido no hay fin. La vía no tiene limites, es una fuente inagotable. El principio esencial del Aikido, es armonizarse con el movimiento del Universo; es llegar a ser UNO con el universo mismo. Cualquiera que sea el momento, cualquiera que sea el ataque, yo estoy tranquilo. No tengo ninguna atadura a la vida, ni a la muerte. Confío plenamente en la Divinidad. No es solamente con el sable en la mano, sino que en cada instante que tenemos que cortar la atadura a la vida y a la muerte.
Centro de Difusión, Investigación y práctica de AIKIDO.